Inés me decía que le encantaba la tarta de zanahoria del Cofee box de enfrente de su casa, así que intenté hacerle una para celebrar, aunque con retraso, su cumpleaños. Me inspiré
aquí, aunque le hice alguna modificación, y el resultado fue, según ella, delicioso. así que ahí la tienes, para que puedas hacerla cuando quieras, con todo mi amor. Eso sí, haz la mitad, porque salió una tarta "hermosa", y según cuantos seamos, excesiva.
Ingredientes
Para el bizcocho
- 350 gr de zanahoria
- 250 gr de harina
- 4 huevos
- 150 gr de azúcar moreno
- 120 gr de azúcar blanquilla
- 150 ml de aceite de girasol
- Una cucharadita de canela en polvo
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida
- 2 1/2 cucharaditas de levadura Royal
Para la cobertura
- 600 gr de queso crema, tipo "Philadelphia"
- 100 gr de azúcar glass
- Adornos de azúcar o fondant
Yo hice el molde que tengo, de 26 cm, pero haciendo la mitad, estaría bien un molde de 20 cm. Forramos la base con papel de hornear, y ponemos mantequilla en las paredes, enharinándolas después.
Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.
Pesamos la zanahoria, la rallamos finamente y la reservamos.
Con unas varillas o un tenedor, mezclamos la harina, la levadura, la sal y las especias.
En el bol de la batidora ponemos los huevos y los azúcares, y mezclamos un poco, hasta que el azúcar empiece a disolverse. Añadimos la mezcla de la harina, hasta que se integre. Después añadimos la zanahoria, y cuando esté bien mezclado y sin dejar de batir, el aceite, en un chorrito fino. Cuando esté bien mezclado, ponemos en el molde.
Metemos en el horno, a media altura, sobre la rejilla, durante 45 minutos, aproximadamente. Cuando esté cocido, lo sacamos del horno, esperamos unos minutos, desmoldamos con cuidado y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla. María aconseja en su blog que, una vez frió, lo metamos en una bolsa y lo dejameos coger cuerpo hasta el día siguiente, porque son unos bizcochos bastante tiernos y se manejan mejor. Entonces lo partimos por la mitad con una lira o cuchillo de sierra. Ella lo hace con 2 bizcochos y en 4 capas, pero yo lo hice sólo con uno, y en dos pisos, y tampoco tenñ´ía bases, ni torno, así que mi acabado fue mucho más rústico, pero para un acabado impecable, no hay más que seguir el original.
Ponemos en la batidora el queso a temperatura ambiente y el azúcar glas. cuando esté bien mezclado, probar, por si lo queremos más dulce. Batir a velocidad alta, hasta que el queso esté suave y esponjoso.
En el plato de servir, colocamos las primera capa de biazocho, que será la superior del bizcocho, con la parte más plana hacia abajo para que se asiente bien. Ponemos una capa generosa de cobertura, repartimos bien, y ponemos la otra mitad del bizcocho, que será la que estuvo en contacto con el suelo del molde, con la parte más lisa hacia arriba. Vamos repartiendo la cobertura con una espátula, tanto por la superficie como por los laterales, alisándola lo mejor posible y tapando bien todos los huecos que puedan quear, especialmente en los laterales. O bien lo echamos todo a pegotes, y lo dejamos con aspecto rústico. O bien, haceis lo que podais, como fue mi caso.
Lo suyo sería decorarlo con zanahorias de fondant, azúcar o mazapán, y en el último moento, para que la humedad de la cobertura no dehaga los adornos. Yo, lo siento, sólo tenía brujas y gatos, y la verdad es que también quedó muy chula.
Y, a petición de mi hija, cuelgo la receta, ya que le pareció absolutamente espectacular. Ahí la tienes, cariño mío, con un beso de tu madre.