Y seguimos con el refrán valenciano que dice que "
Cada santet té el seu dolçet", y hoy le toca a la coca de San Juan. Una coca deliciosa para una noche con muchas connotaciones mágicas y populares; antes de la aparición de la publicidad y los grandes almacenes, éste era el día considerado "de los enamorados", y aunque haya perdido ese rango, no lo ha hecho con la magia y la tradición.
En el blog
Salseando en la cocina he encontrado muchas recetas que me han encantado, y allí me fui a buscar también ésta, aunque yo la haya hecho sin rellenar.
Ingredientes
Para la base
- 325 gr de harina de fuerza
- 2 huevos
- 130 ml de leche
- 25 gr de levadura fresca
- 70 gr de azúcar
- 65 gr de mantequilla
- 2 gr de sal
- Ralladura de limón
Para la crema
- 625 ml de leche entera
- 5 yemas
- 150 gr de azúcar
- 50 gr de Maicena o almidón
- 1 palo de canela
- La parte amarilla de la piel de 1 limón
Para decorar
- 1 huevo
- 50 gr de piñones
- Guindas confitadas
- 100 gr de azúcar humedecida
Esta receta yo la hice en 3 tiempos. El primer día hice la crema, y cuando se enfrió, la puse en una manga pastelera con la boquilla montada, y la dejé en la nevera hasta el día de autos. Al día siguiente hice la masa del brioche de la base, y la dejé en la nevera, ya que no iba a estar en casa, hasta el día siguiente. Y en el tercer tiempo, monté la base, la decoré y la horneé. El resultado es que, sin agobios y a pesar de no poder estar en casa, nos comimos una coca deliciosa, esponjosa y recién horneada.
La crema
Para hacer la crema, ponemos en un cazo la leche con la canela y la piel del limón, la llevamos a ebullición, apagamos en fuego, y dejamos en infusión hasta que se enfríe.
Aparte, batimos las yemas junto con el azúcar, hasta que blanqueen y dupliquen su volumen.
En un poco de leche fría, disolvemos la Maicena y la agregamos, colándola por un colador de malla fina, a la mezcla de las yemas. Cuando esté bien integrada, añadiremos la leche poco a poco, colándola también. Es importante que no esté caliente, porque podríamos cuajar las yemas. Una vez todo mezclado, la ponemos en un cazo al fuego muy suave, y removemos constantemente hasta que espese. si vemos que hierve pero no ha espesado, apartamos del fuego un momento, removemos, y al fuego otra vez. cuando alcance la consistencia de crema, la apartamos del fuego y continuamos moviendo unos minutos. Dejamos enfriar sin tapar, para que el agua de condensación no la licúe, removiendo de vez en cuando para evitar que se forme costra en la superficie. Cuando esté a temperatura ambiente, ya se puede tapar con un film, en contacto con la superficie, y guardar en la nevera. O meterla directamente en una manga pastelera y meterla en la nevera.
El brioche
En una amasadora, mezclamos los huevos, la mantequilla derretida, el azúcar, la sal y la ralladura.
Templamos un poco la leche y disolvemos la levadura en ella. entonces la añadimos a la masa.
Tamizamos la harina y la vamos echando en forma de lluvia y poco a poco, utilizando el gancho amasador de la amasadora. Es una masa muy ligera, difícil de manejar, pero deliciosa y nada pesada. Tapamos el bol y lo dejamos hasta que la masa triplique su volumen. este fue el momento en que yo, tras mezclarlo todo, tapé el bol y lo tuve fermentando lentamente en la nevera, durante casi 24 horas. Luego hay que sacarlo de la nevera un rato antes para que se atempere.
Cuando ésto haya sucedido, volcamos la masa, con ayuda de una espátula, en la mesa, ligerísimamente enharinada, y amasamos muy poco tiempo, sólo para desgasificar. Con la ayuda de un rodillo, la extendemos. Yo tuve que extenderla a mano, con las manos aceitadas y paciencia, pues intenté pasar el rodillo, poniendo antes un papel de hornear sobre la masa, y se me pegó mucho a dicho papel.
Tapamos con un paño limpio y dejamos dentro del horno apagado hasta que la masa duplique su volumen.
Ponemos los piñones en remojo, para que estén bien hidratados y luego no se quemen en el horno.
Decoración
Una vez levada la masa, la sacamos del horno, y precalentamos éste a 190ºC.
Batimos el huevo y pintamos la superficie con mucha delicadeza, para que no se baje.
Con la crema pastelera y la boquilla, dibujamos líneas diagonales en ambos sentidos, de forma que quede el dibujo de un enrejado. Después esparcir los piñones, escurridos y secos, y decorar con el azúcar ligeramente humedecido. La coca no queda muy dulce. Yo no he puesto las guindas porque luego, nadie se las come.
Metemos en el horno y bajamos entonces la temperatura a 170ºC, con ventilador,y horneamos hasta que esté dorada, en las zonas donde se ve el huevo. Se hornea muy rápido, hay que estar pendientes desde el minuto 10, aunque a mí me ha costado unos 20 minutos.
Una vez hecha, la sacamos del horno y la dejamos enfriar sobre una rejilla.
Y ya, ya, sólo nos queda disfrutar de este dulce. o también podemos,
"irnos a coger verbena, romero con hierbabuena, mañanita de San Juan...."