Ayer 10 de junio de 2011, hizo 17 años que nació Inés. Ya en el paritorio demostró lo lista que es: lloró un poquito para ahorrarse el "cachete" y empezó a mirarlo todo con esos ojazos tan preciosos que tiene. Hoy sigue siendo igual de inteligente, aunque a veces lo disimula muy bien, sique teniendo esos mismos ojazos, y yo la quiero todavía más.
Para celebrar su cumpleaños en el instituto con sus compañeros de clase, he hecho una tarta de queso (bueno dos) que ella quería, y para hacerla, he buscado en los blogs de
Bea,
Ana y
Adi, y he cambiado la tarta de queso que yo suelo hacer, y que es bastante más rápida de preparar, pero tengo que reconocer que ésta estaba deliciosa, y volver a probar la rapidez en versión doméstica, ya que esta vez hice 3 kilos de queso en tarta y no cabían todas en el horno, y el proceso se alargó bastante por eso. Pues a la faena.
Ingredientes
Para la base
- 120 gr de galletas tipo Digestive
- 70 gr de mantequilla derretida
- 60 gr de azúcar moreno
Para la mezcla
- 600 gr de queso "Philadelphia"
- 80 gr azúcar
- 10 gr de azúcar vainillado
- 1/2 cucharada de zumo de limón
- 3 huevos grandes
- 200 gr de nata para montar 35,1% M.G.
- 1/4 cucharada de extracto de almendras amargas
- 1 cucharada de harina de repostería tamizada
Para la cubierta
- 200 gr de crème fraîche o nata agria
- 2 cucharadas de azúcar glas
Para la cobertura
- Mermelada de cerezas negras de la marca Hero
Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente durante al menos 1 hora.
Precalentar el horno a 160º, cortar un trozo de papel de hornear del tamaño de la base del molde y ponerlo sobre ésta. Engrasar la base y las paredes del molde. Pulverizar las galletas, añadir la mantequilla y el azúcar y formar una pasta con la que se cubrirá el fondo del molde, apretándolo para que quede bien cubierto. Se mete en el horno durante unos diez minutos.
Batir el queso con el azúcar a velocidad baja (1-2 de Kitchen Aid) hasta que no queden grumos, y añadir los huevos uno a uno, sin añadir otro hasta que el anterior esté bien integrado. De vez en cuando parar la máquina y pasar una espátula por el fondo y las paredes del bol, pues si no se queda parte sin integrar. Incorporar el resto de los ingredientes y seguir batiendo 5 minutos más. El batido debe hacerse a baja velocidad con el fin de que la masa no coja aire, pues en ese caso subiría mucho la mezcla en el horno, y luego se desinflaría, haciendo que la tarta se agrietase (las explicaciones no son mías, sino de las 3 "monstruas" arriba citadas). Poner esta masa sobre la base de galletas y meter en el horno durante 60-75 minutos (yo tuve suficiente con 60).
Batir la nata espesa con el azúcar glas con suavidad, sacar el molde del horno, subir la temperatura del horno a 180º, poner la mezcla sobre la tarta con cuidado de que ésta no se chafe, desde los bordes hacia el centro y meter en el horno durante unos 10 minutos. Ésta capa debe estar firme, endurecerá más al enfriarse.
Apagar el horno, sacar el pastel y pasar el filo de un cuchillo por los bordes con el fin de que después se desmolde perfectamente (los bordes se han retraído al enfriarse). Dejar enfriar completamente dentro del horno apagado, y después meter en la nevera durante unas 8 horas.
Una vez frío, cubrir con la mermelada de cerezas bien triturada.
A nosotros nos ha gustado mucho, y a todos los que la han probado también.