Yogur natural

     La yogurtera es uno de esos electrodomésticos que van y vienen por modas. Yo recuerdo, de niña, a mi madre haciendo yogures sobre la mesa de la cocina, tapando los vasitos con un plástico y una manta, o sea, que se puede prescindir de dicho aparatito. Cuando salió fue un boom de ventas, luego nadie sabía qué hacer con ella, después volvió a ponerse de moda....Realmente es fácil, cómodo y barato comprar un yogur, pero bueno, también tiene su gracia el prepararlos en casa, a tu gusto, experimentar con sabores, etcétera. y, cuando en un mercadillo vi una yogurtera que vendía una señora al precio de 1 euro, la parte trastera que hay en mí celebró una fiesta. El problema es que la yogurtera está en perfecto estado, peo no tenía libro de instrucciones, y ahí es cuando entra Palmira, la reina de los yogures. Y yo, a imitarla. Gracias Palmira.


Ingredientes

  • 1 yogur natural entero Activia de Danone, de fecha de caducidad lo más larga posible
  • 1 litro de leche desnatada fresca

     El yogur y la leche han de estar a temperatura ambiente. Y han de tener una fecha de caducidad lo más larga posible.
     Batimos el yogur y le vamos añadiendo la leche. mezclamos bien y vamos rellenando los botecitos, que pondremos, destapados, en la yogurtera, unas 8 horas. Los sacamos, los tapamos, y los metemos un mínimo de 4 horas a la nevera.
     Con esta cantidad a mí me ha dado para los 6 botes que trae la yogurtera y para 2 más. Y me han salido firmes y muy buenos. Los tuve 8 horas, pero pueden estar hasta 12 si hace frío.
     Yo he usado leche desnatada, pero puede hacerse con cualquier tipo de ella.
     He seguido los consejos de Palmira, que ya ha hecho muchas pruebas, y he usado ese tipo y marca de yogur.
     De la misma manera, ella aconseja que, para preparar la siguiente tanda de yogures, utilicemos de nuevo un Activia, ya que los fermentos van disminuyendo en cada tanda que hacemos. Y aquí, en éste enlace, los consejos de Palmira.

Caponata de berenjenas siciliana

     Esto de que se pasen las fiestas navideñas trae para mí, siempre, como consecuencia, el empezar a buscar recetas de verduras que nos aligeren un poco. Y fue un momento estupendo para preparar éste plato que ya me había llamado la atención en Acibechería, uno de los blogs que sigo. El resultado, delicioso. Aunque yo la próxima vez, le pondré algo menos de vinagre, del que no soy muy amante, y así lo dejaré escrito.

Ingredientes

  • 1 berenjena
  • 1 tallo de apio
  • 1/2 cebolla 
  • 1/2 cucharada de alcaparras
  • 1 1/2 cucharadas de aceitunas negras (yo no le puse porque no tenía)
  • 1/2 vaso de tomate frito
  • 10 gr de piñones
  • 30 ml de vinagre de vino blanco (cantidad ya reducida)
  • 1/2 cucharada de azúcar
  • Albahaca
  • Sal
  • Aceite de oliva

     Lavamos bien la berenjena, ya que no hay que quitarle la piel, y la cortamos en cubos, añadimos un poco de sal, y dejamos unas horas escurriendo para que suelte el ácido. Pasado este tiempo las enjuagamos bien y las secamos.
     En una sartén ponemos aceite de oliva y cuando esté caliente añadimos las berenjenas y vamos removiendo hasta que estén bien fritas. En ese momento las apartamos, y en ese aceite freímos el apio y la cebolla troceados. Pasados unos minutos añadimos las alcaparras, los piñones y las aceitunas, y seguimos unos minutos más.
     mezclamos el vinagre con el azúcar. Añadimos a la sartén, dando vueltas y dejando que el vinagre se evapore un poco, y pasados unos minutos añadimos el tomate frito, mezclando bien. Pasados 3 o 4 minutos, añadimos las berenjenas, revolvemos todo el conjunto y dejamos cocinas un par de minutos más.
     se puede tomar frío, templado, caliente, sólo, con pan, con pasta, acompañando una carne o un pescado....y está bien rico. Así que, muchas gracias.

Sopa de boquerones en escabeche

     Me encantan las recetas simples, de aprovechamiento de toda la vida. y ésta, cuando la vi en Cocinando entre olivos, tenía que probarla, aprovechando además que mi madre estaba en casa y que a ambas nos gusta mucho el pescado. Aunque en mi caso, nada de aprovechamiento, tuve que hacer un exceso excesivo de boquerones, y aún así me quedé corta, porque nos encanta el pescado frito del día anterior así, tal cual.

Ingredientes

  • 1/2 kg de boquerones
  • Harina
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 3 ajos
  • 1 cucharadita de comino molido
  • Sal
  • 1 hoja de laurel
  • Cáscara de naranja
  • Agua 
  • Vinagre de jerez
  • Cúrcuma

     limpiamos los boquerones, mejor si son pequeños, quitándoles la espina y separándolos en dos, los enharinamos, los pasamos por un tamiz para retirar el exceso de harina y los freímos en el aceite hasta dorarlos.
     Los ponemos en una cacerola y cubrimos con agua.
     En el mortero ponemos los ajos pelados, sal y el comino, los majamos bien y añadimos a la cazuela, así como el laurel, la piel de naranja y la cúrcuma, así como un chorrito de vinagre al gusto. Lo ponemos al fuego hasta que hierva y dejamos cocinar todo junto unos minutos. Y ya está, aunque hay que dejarlo reposar, mejor de un día para otro, guardándolo en la nevera cuando esté frío.
     Nos gustó mucho esta sopa, una manera diferente de comer los boquerones sobrantes, aunque yo tuve que reducir mucho los ingredientes para poder probarla, porque los boquerones fritos del ía anterior....son deliciosos. gracias Ana María por tu receta.

Casca de Reyes

     "Cocinar y escribir es lo mismo, sólo son una forma de decir al otro que ya no está solo, que puede compartir con nosotros nuestro tiempo, cultura, invenciones, tradiciones y sueños. Eso son las palabras o los guisos, eso hay detrás de los asados, las carnes y las sopas, una voluntad de no dejar a nadie en el camino, de ofrecer refugio y alimento, calor y compañía. Da siempre igual que el alimento sea golosina preciosa o humilde vianda, producto de alto precio o recogido en el campo por nosotros. Lo que ha importado siempre son las manos y el amor de quién ha encendido el fuego y en él cocina. En estos días de Navidad y en todos los días de todos los siglos."


     Texto de Ramón J. Soria para webosfritos.
     Me encantan estas palabras, expresan muchas cosas. Y así me siento yo hoy, cocinando este plato con la antelación suficiente para que esté en las mesas de algunas de las personas especiales que hay en mi vida, a tiempo.
     Yo soy valenciana, pero de origen manchego, así que no me he identificado con muchas de las tradiciones de mi tierra cuando era niña. De hecho, el primer roscón de reyes que comí fue el año en que nació mi hija, y, aunque a partir de ahí nunca faltó en mi mesa en la noche y/o el día de Reyes, tampoco sabía que fue un dulce relativamente joven en las mesas valencianas. Así que, ya que ha llegado a mí esta información, éste año toca casca. Y me he recorrido unos cuantos blogs de cocina para inspirarme, pues las recetas son bastantes diferente. Y tres son las que he hecho, cada una con un relleno y cada una con una pasta diferente. Ahora toca esperar a la noche del día 5 para probarlas y decidir con cual de todas las recetas me quedo. Así que ahí van las recetas y las anotaciones pertinentes para años sucesivos, porque probándolas, en crudo, estaban todas deliciosas. Las he hecho todas redondas, lo de la anguila lo dejaremos para otra ocasión. Yo no he conseguido esa textura que aparece en las fotos y videos y que es fácil de manejar. Y también he comprado la almendra en diferentes sitios, y la molienda no era igual de fina en todas. Pero será cuestión de seguir probando, aunque  por este año ya no.

CASCA 1

Ingredientes
Casca
  • 250 gr de almendra marcona molida
  • 250 gr de azúcar glas
  • 3 huevos
  • Ralladura de limón
  • Canela
  • 1 oblea

Relleno
  • 50 gr de agua
  • 100 gr de azúcar
  • 6 yemas de huevo

    Ésta receta es la que he visto repetida más veces, pero yo la he sacado del blog El calaixet de la iaia. Y la receta del relleno es casi la de las Yemas que aparece en el libro Imprescindibles de Thermomix. 
     En un cuenco ponemos la harina y la almendra y mezclamos. Añadimos los huevos, la ralladura de limón y la canela y amasamos bien, hasta integrarlo todo. Seguimos amasando sobre la superficie de trabajo enharinada, y finalmente formaremos un rulo, que envolveremos en papel film y dejaremos reposar unas 12 horas en la nevera.
     Mientras prepararemos el relleno. Ponemos en el vaso de la Thermomix el agua y el azúcar, Programando 14 minutos, varoma, velocidad cuchara. Bajamos el vaso de la máquina y lo dejamos enfriar alrededor de 5 minutos.
     En un cuenco ponemos las yemas, las pinchamos con un tenedor y las colamos, para quitar la membrana que las cubre.
     Volvemos a colocar el vaso en la máquina, programamos 10 minutos, Varoma, velocidad 1, echamos las yemas por el bocal, subimos la velocidad a 3 durante unos segundos, la volvemos a bajar a 1. Al acabar el tiempo programado, volcamos la masa en un plato y la dejamos enfriar. La ponemos en una manga pastelera y la reservamos en la nevera hasta el momento de utilizarla.
     Con un cazo y unas varillas se puede adaptar perfectamente el procedimiento.

      Seguí la receta al pie de la letra y obtuve una masa demasiado pastosa, por lo que le añadí 30 gr más de almendra y 30 gr más de azúcar, y aún así me costó manejarla y llevarla al molde. La próxima vez añadiré 2 huevos y a partir de ahí ya iré viendo, además de ponerla unos minutos en la amasadora.



CASCA 2
Ingredientes
Casca

  • 200 gr de almendra marcona molida
  • 200 gr de azúcar glas
  • Ralladura de limón
  • Canela
  • 1 clara de huevo
Relleno

  • 3 huevos 
  • 90 gr de agua
  • 200 gr de azúcar
  • 20 gr de Maicena
     Para esta casca utilicé la receta del blog Cocinando entre harina
    Ponemos en un bol la harina y la almendra, mezclamos, añadimos la ralladura, la canela y la clara y mezclamos bien. Amasamos sobre la encimera enharinada hasta conseguir una masa espesa y modelable, que espolvorearemos con azúcar glas, taparemos con un film y dejaremos reposar 12 horas en la nevera.
     Prepararemos el relleno batiendo los huevos con el agua y colando el resultado, para eliminar restos de membranas. Mezclaremos bien el azúcar y la Maicena, y añadiremos a la mezcla anterior en un cazo, que pondremos a fuego lento, sin dejar de remover con unas varillas para que no se pegue, y en cuanto espese, extenderemos la crema sobre el mármol para que se enfríe rápido. Yo la puse sobre un film, y cuando se enfrió la pasé a una manga pastelera y la dejé en la nevera.
   
     A mí con una sola clara no se me ligaba la masa, así que añadí un poco más, pero creo que me faltó amasado, con lo que la próxima vez la echaré también unos minutos en la amasadora. Esta pasta fue la que me resultó más manejable, pero también es cierto que la almendra que utilicé tenía una molienda algo más gruesa que las otras.




 CASCA 3
Ingredientes
Casca

  • 500 gr de almendra marcona molida
  • 500 gr de azúcar normal
  • 100 ml de agua
  • Ralladura de limón
  • Canela

Relleno


     Y llegamos a la tercera casca, ésta vez sacada del blog La cocina de antaño. Yo hice la receta completa y me dio para 3 cascas. Y en lugar de hacerlas como explica el blog, las hice formando rulos, como las anteriores.
     Hacemos el dulce de boniato, lo dejamos enfriar y lo ponemos dentro de una manga pastelera.
    Calentamos el agua a fuego lento y disolvemos en ella el azúcar, sin dejar de remover mientras se calienta. Retiramos del fuego y añadimos poco a poco la almendra molida, la ralladura y la canela, mezclando con una cuchara de madera, hasta obtener una masa homogénea, que dejaremos enfriar.

     Y aquí, como no, mis complicaciones. También seguí la receta al pie de la letra, y se me quedó una pasta excesivamente seca y quebradiza, que pude recuperar poniéndola a tercios en la amasadora y añadiendo un par de cucharadas de agua a cada tercio.
     

     


Procedimientos comunes para las tres
Decoración
  • Una oblea por casca
  • Un molde de corona
  • Huevo o clara batida
  • Glasa
  • Monedas y /o figuras de chocolate, peladillas, gominolas,....


     Precalentamos el horno a 200º, calor arriba y abajo, sin aire. 
    Sobre la encimera enharinada formamos un rulo al que le practicaremos un hueco en el centro, en el que pondremos el relleno, lo cerraremos uniendo los bordes, y lo meteremos dentro del molde de corona enharinado para formar la casca, dejando la unión de los bordes en la parte superior. Apoyaremos la oblea sobre el molde para dar la vuelta a la casca como si de una tortilla se tratara, y así quedará la unión en la parte de abajo. A  mí se me rompían todas las obleas, así que opté por ponerla sobre el papel de horno y volcar encima la casca. poner en una bandeja de horno. yo puse papel de hornear debajo.
     Pintamos la casca con huevo o clara batida, según  la receta que hayamos utilizado. Dejamos pasar 2 minutos, la volvemos a pintar, y metemos en el horno durante 15 minutos. Sacamos y dejamos enfriar.
     Una vez fría, la decoramos con la glasa, bien haciendo filigranas, más o menos finas, según de qué tamaño cortemos la punta de la manga, o bien, como he visto en La cocina de antaño y en otros blogs, cubriéndola toda con la glasa, aunque para ello habría que dejarla de una consistencia más líquida. A mí me ha dado por escribir frases, qué le vamos a hacer.
     Acabado este proceso, no nos queda más que dejar que la glasa se seque, y rellenar el hueco con las golosinas que queramos, envolverlas, porque yo no tengo esas famosas cajas para cascas, y, en mi caso, repartirlas. Porque, como decía el texto del principio "Es una forma de decirle al otro que puede compartir con nosotros nuestro tiempo, invenciones, sueños...." y de transmitir cariño y amistad a través de "...las manos que han encendido el fuego y en él cocinan".
     Feliz Noche de Reyes, una de la más mágicas del año, que yo pasaré trabajando, pero sin dejar que por ello la magia se desvanezca. Y, como dicen en mi tierra...."Que vinguen carregats!".

     Edición: las afortunadas poseedoras de las cascas 1 y 2, que también han probado la 3, dicen que las suyas estaban más ricas, con lo que ya tenemos pistas para el próximo año.
     

Consomé

     El primer plato de nuestra cena de Nochebuena y que servirá también para el día de Año nuevo, que nada hay mejor para estos días que un buen caldito que resucita el alma.
     A pesar de haber hecho caldo montones de veces, nunca había hecho un consomé, que, en realidad es casi lo mismo pero con unos matices mucho más delicados, y transparente, cosa que a mi hija le llamó mucho la atención.
     Me he inspirado en ésta receta, porque aunque he buscado varias, son muy parecidas, y ésta fue la que más me gustó.

Ingredientes

  • 300 gr de ternera de guisar
  • 1 muslo y contramuslo de gallina
  • Una punta de jamón serrano
  • 3 huesos de ternera
  • Un chorrito de vino blanco
  • 1 cebolla grande
  • 1 zanahoria
  • 2 puerros
  • Unas ramitas de perejil
  • Sal

     Limpiamos las carnes de restos de grasa y venas, y las ponemos en el fondo de la olla.
     Pelamos y lavamos las verduras y las ponemos sobre la carne, sin trocearlas.
     Añadimos 3 litros de agua fría y el vino, y llevamos al fuego, retirando las impurezas con una cuchara conforme vayan apareciendo. cuando hierva, bajamos el fuego y dejamos cocer durante 2 horas y media. Pasado éste tiempo, retiramos las carnes y verduras y colamos el caldo a través de un colador lo más fino posible, al que yo le añadí una gasa, para retirar la mayor parte de las impurezas.
     Dejamos cocer durante 1 hora más, para reducir el caldo. La palabra "consomé" proviene del francés y significa "consumido", así que tenemos que conseguir una deliciosa reducción. La cocción debe hacerse con el fuego suficiente para que se vaya evaporando el agua, pero sin que se formen burbujas, que moverían demasiado el caldo y las impurezas.
     Pasado este tiempo, yo volví a colar el caldo resultante a través del colador y la gasa (podemos hacerlo también a través de un filtro de papel de cafetera), y lo ajustamos de sal. Y ya está listo para servirse.
     Las carnes que retiramos podemos picarlas y añadirlas en el fondo de la consomera antes de servir el caldo.
     El consomé se suele servir con un chorrito de Jerez, o con una yema. O con pequeños picatostes. El colmo de la sofisticación es hacerlo acompañado de mini profiteroles. Yo lo acompañé de una estrella de pan tostado.
     Delicioso. Y lo que sobre, al congelador para otro día.
     Y así, con un delicioso caldo cocinado a fuego lento con todo mi cariño para compartir la cena de nochebuena con mis hijos, empezaremos también el año. muy feliz 2019 para todos.