Viernes 24 de enero de 1986 a las 5,30 de la tarde. Un Seat 600 de color naranja, con el techo negro, se detiene ante la puerta del Hospital General de Valencia. Me subo. La cita tendría que haber sido para cenar, pero en 1986 las chicas teníamos que estar a las 10 -con suerte- en casa. Aunque fuésemos a cumplir 19 años. Pues nada, a merendar.
-¿Dónde te apetece ir?- me dijo- Podemos ir a tomar un chocolate con churros a Santa Catalina; podemos ir al barrio del Carmen a tomar un café con leche con magdalenas. O podemos ir a tomar una horchata con fartons a Alboraya.
Y ahí empezó todo.
Ingredientes
- 250 gr de chufas de Valencia
- 1 litro de agua muy fría
- 500 gr de cubitos de hielo
- 110 gr de azúcar (yo he puesto 130)
Hay que empezar por hidratar las chufas, poniéndolas en remojo durante 6-8 horas, y cambiando el agua varias veces durante éste tiempo. Después hay que proceder a desinfectarlas. Yo para ello, echo un chorrito de lejía apta para uso alimentario en el agua del remojo, y las dejo otro rato, agitándolas varias veces (las pongo en un recipiente que tenga tapa, pongo la tapa y agito éste). Entonces hay que enjuagarlas muy bien, para lo que las echo en un colador grande, y las enjuago bajo el grifo, moviéndolas con rapidez.
En el vaso de la Thermomix se ponen las chufas, parte del agua y el hielo, y se programan 2 minutos, velocidad progresiva 5-10. Hay que sujetar el cubilete, pues puede saltar en los primeros segundos.
En un colador de tela, en mi caso un colador amplio al que le he puesto encima una gasa comprada en la farmacia (como las que nos ponían de pañal los que cumplimos 19 años en 1986), echamos el contenido del vaso, y exprimimos bien con las manos el residuo que queda en la gasa, para extraer lo máximo posible.
Dicho residuo lo volvemos a echar en el vaso, añadimos el resto del agua, y agitamos 50 segundos, velocidad 5. Volvemos a filtrarlo a través de la gasa, que hemos enjuagado previamente, y volvemos a apretarla con ganas.
Enjuagamos el vaso con agua fría, echamos el líquido obtenido, añadimos el azúcar, y volvemos a programar 50 seg, vel 5. Ya tenemos nuestra deliciosa horchata recién hecha, sin conservantes ni colorantes, que debe enfriarse rápidamente a temperaturas del orden de 0ºC, y conservarse a temperatura igual o inferior a 2ºC.
Cada vez que vayamos a servirnos, hay que moverla bien "rascando" el fondo del recipiente, pues la horchata sedimenta. Buen provecho.
Quiero dar las gracias a
Rosa Ardá, de cuyo magnífico blog he sacado esta receta. Ahora me falta encontrar una buena receta de fartons, pues una vez hice, me dieron mucho trabajo y el resultado nada tenía que ver con ellos.
Te quiero, amor mío. Mi sorpresa fue enterarme, tiempo más tarde, que a tí no te gusta la horchata. En eso, los 3 niños han salido a mí.
