Lleva polainas, enaguas (ambas con pasacintas y las enaguas con lorzas y puntilla) , falda, corpiño (con puntilla y botones en cuello, delantero y bocamangas), peinado en moño, delantal bordado con lentejuelas y bordeado de puntilla, atado a la espalda con lazo de raso; lleva medias de ganchillo y las alpargatas con las cintas rojas al estilo de las contestanas. Tiene un pañuelo con unos colores similares al de contestana, ( si no imposible, pues lo desconozco, es muy difícil encontrar una tela con ese dibujo a escala ), recogido en pliegues en la espalda y cogido con un broche al corpiño por la parte posterior, y cruzado sobre el pecho, llevando las puntas hacia atrás.
Y, como se va a la procesión, se ha puesto los guantes de rejilla y su anillo, su teja y la mantilla de blonda , colocada "como Dios manda" (según mi madre), con un alfiler recogiendo el vuelo detrás de la teja, y sujeta a los hombros, además de una vela sujeta con un pañuelo de encaje, que Milagrito es muy presumida. ¡Ah!, y la medalla de la mareta, que no hay mejor ocasión para lucirla. También le lleva una flor, aunque ahora no toque, que para regalar flores siempre es buen momento.
Los materiales empleados han sido un patrón sacado de aquí, fieltro rosa, marrón y crudo, hilo de algodón blanco y rojo, una aguja de ganchillo, hilo de coser en los tonos adecuados, restos de cintas y de puntillas, una cápsula de Nespresso, cuentas de colores, lentejuelas, tela negra, blanca y de los estampados adecuados, una cerilla, una flor, una medalla en miniatura de la virgen del Milagro, hilo de oro, mucha paciencia y ganas de pasarlo bien.
Paqui, en esto he empleado el tiempo. Un saludo para Mª Eugenia y para Saúl.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPilar, ¡qué cucada, me encanta! Veo que, como solía suceder cuando nosotras crecíamos, tocas todos los palos. Como yo suelo decir, "he tenido formación y educación de internado suízo sin tener que salir de mi casa". Besos, y a ver si comercializas a María Milagro, que ya tienes una compradora en potencia. Por cierto, mi abuela, que era de Cocentaina, se llamaba Milagro. Milagrito, para los íntimos :)
ResponderEliminar