Un picoteo inspirado por
Ana María.
Ingredientes
- 1 boniato o batata
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Pelamos el tubérculo en cuestión ( a mí me encanta hacerlo con el pelapatatas), y lo cortamos con la mandolina en rodajas bien finas. Los lavamos y secamos, y los ponemos en una bandeja de horno sobre papel de hornear. Los regamos con un fino hilo de aceite, o con un pulverizador, ponemos otro papel encima, y los metemos en el horno, a 180-200ºC, calor arriba y abajo, vigilándolos muy bien para que no se quemen, que puede ocurrir en cuestión de segundos. Al sacarlos del horno, les ponemos sal, y si queremos, alguna especia o hierba.
A pesar de cortar las rodajas con una mandolina, algunos me quedaron demasiado gruesos, por lo que tuve que sacarlos del horno antes de tiempo, ya que los extremos de otros ennegrecían peligrosamente. La próxima vez vigilaré mejor el calibre, porque los chips, en sí, estaban muy buenos.
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