Caldo

    El caldo. Ese viejo amigo de la infancia, compañero de enfermedades, consuelo en los días fríos. Esta es la receta de mi caldo. No siempre lo hacemos igual, no siempre tenemos el mismo tiempo, ni los mismos ingredientes a mano. No siempre sabe igual, pero siempre es delicioso.
     Estoy preparando una olla de caldo. Con la bajada de las temperaturas, siempre me gusta tener. Y más ahora, que mi congelador contiene un variado surtido de raciones de comida para que se lleven Inés y Guillermo. Los dos están estudiando fuera de casa, Inés en godella y Guillermo en Elche. Y como ya ha empezado el curso, a partir de este fin de semana empieza la "operación tuper". Entre ellos, los de caldo, que vienen muy bien para una sopita o un consomé en las noches de invierno. Aquí teneis la receta, por si la necesitais alguna vez en que yo no esté cerca para preparáoslo.

Ingredientes
  • Carcasas de pollo
  • Huesos de espinazo de cerdo
  • Hueso de jamón
  • Nabo
  • Chirivía
  • Zanahorias
  • Apio
  • puerro
  • Un trozo de col
  • Agua
  • Sal
     Estos son los ingredientes que yo utilizo básicamente. Si compro pollo o cerdo, me guardo las carcasas y los huesos. Y si no, los compro. Las carcasa, si son de pollo campero, pues mejor. Y en cuanto a las verduras, suelo comprar los paquetes de preparado para caldo que hay en los supermercados. Y si no, pues me apaño con lo que hay por la nevera.
     Lo primero que me gusta hacer es tratar los huesos. A veces los blanqueo en agua hirviendo. Pongo una olla al fuego con agua y cuando hierve echo los huesos en tandas. Cuando hierven 5 minutos los saco de la olla con la espumadera, los enjuago bien bajo el grifo de agua y los echo a la olla del caldo.
     Otras veces los meto en el horno a 180ºC durante unos 20-30 minutos, y luego los enjuago igual.  Y ayer Paqui me contó que ella los lava bien con agua fría de la nevera. El objeto de esta operación es que suelten las impurezas, y luego nos cueste menos el desespumar el caldo.
     Las verduras las pelo, que me gusta hacerlo con el pelapatatas, las troceo, las lavo y a la olla.  Alguna vez lavo bien una cebolla sin pelar, y en una sartén con unas gotas de aceite la pongo hasta que está casi quemada, y entonces la echo a la olla. Le da color y un sabor interesante.
     Normalmente hago una olla bien grande. Monto el paellero de gas en el patio de mi casa, y pongo ahí la olla, para evitarme estas durante dos horas oyendo el extractor de humos. Relleno bien de agua la olla y la pongo a fuego vivo hasta que el agua hierve. Mientras vamos quitando la espuma que sube a la superficie. Cuando el agua hierve, le bajo el fuego y tapo la olla con una tapadera de las que tienen agujeros, para que el vapor vaya saliendo, pero no se evapore a lo bestia. Y lo mantengo así durante unas 2 horas. Le añado sal, la dejo cocer un poco más, y la retiro del fuego. Cuando se enfría un poco, saco los huesos y las verduras, y cuelo el caldo con un colador chino. Y ya está listo para hacer el reparto.

    Cuando se enfría, con una cuchara podemos quitar la capa de grasa que pudiera tener. Y ahora, a la nevera o al congelador. Que "el que guarda cuando tiene, come cuando quiere".

No hay comentarios:

Publicar un comentario