Hoy hubieses cumplido 75 años. Hubieras visto que tienes siete nietos,de los que solo conociste a dos. Estarías jubilado, como era tu ilusión, desde los 58 años, que no llegaste a cumplir. Y sí, ese día era domingo, y ya no pudiste ir a ponerte a la cola para jubilarte. Y tu esposa se pasó el día llorando. Todos los años me acuerdo de tí en este día (y en muchos otros). Te gustarían mis hijos. Guillermo se parece tanto a tí...pero no le gustan los toros. Hoy vamos a comer tu ensalada favorita del verano, y espero que las lágrimas no me la aliñen demasiado. Les transmitiré a mis hijos esta receta tuya, que preparabas con entusiamo en cuanto hacía calor. Te mando un beso allá donde estés.
Ingredientes
- Pepinos
- Aceite de oliva
- Vinagre
- Sal
- Hierbabuena
- Agua fría
- Cubitos de hielo
Nada más sencillo que pelar los pepinos y cortarlos en dados. Echarlos en una fuente de barro esmaltado y ponerles sal al gusto. Ponemos el aceite y el vinagre, lo movemos y cubrimos de agua fría, añadiéndole cubitos si queremos. Movemos todo y espolvoreamos con hierbabuena seca.
A tí te gustaba con mucho vinagre. Y si sobraba "caldo", lo ponías en un vaso en la nevera y te lo bebías bien fresquito después de la siesta. A tu salud.
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