Chips de batata

     Un picoteo inspirado por Ana María.

Ingredientes
  • 1 boniato o batata
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
     Pelamos el tubérculo en cuestión ( a mí me encanta hacerlo con el pelapatatas), y lo cortamos con la mandolina en rodajas bien finas. Los lavamos y secamos, y los ponemos en una bandeja de horno sobre papel de hornear. Los regamos con un fino hilo de aceite, o con un pulverizador, ponemos otro papel encima, y los metemos en el horno, a 180-200ºC, calor arriba y abajo, vigilándolos muy bien para que no se quemen, que puede ocurrir en cuestión de segundos. Al sacarlos del horno, les ponemos sal, y si queremos, alguna especia o hierba.
     A pesar de cortar las rodajas con una mandolina, algunos me quedaron demasiado gruesos, por lo que tuve que sacarlos del horno antes de tiempo, ya que  los extremos de otros ennegrecían peligrosamente. La próxima vez vigilaré mejor el calibre, porque los chips, en sí, estaban muy buenos.

Angel food cake

     En tres días lo he hecho dos veces y no ha sobrado nada. A mis hijos les han hecho chirivitas los ojos al ver el segundo. Es un pastel delicioso, ligero y a prueba de niños, porque no suelta ni una miga. No lo he querido hacer hasta no disponer del molde adecuado. Y la verdad, ha sido un acierto. El molde es de muy buena calidad, y se desmolda con gran facilidad. Y no cuesta nada limpiarlo. La receta es de Bea, aunque yo he rebajado un poco la cantidad de azúcar.

Ingredientes
  • 12 claras de huevo (pueden ser pasteurizadas)
  • 1/4 cucharadita de cremor tártaro
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 220 gr de azúcar glas
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 120 gr de harina
  • Azúcar glas para espolvorear
     He hecho una mezcla con varias recetas del blog de Bea sobre el mismo pastel, en diferentes versiones. Delicioso.
     Precalentamos el horno a 170ºC.
     Tamizar la harina y el azúcar por separado y reservar.
     Pasamos una servilleta de papel empapada en zumo de limón por el molde, el bol de la batidora y las varillas, para que no  quede ni rastro de grasa.
     Ponemos las claras en el bol de la batidora. Tamizamos sobre ellas la sal y el cremor tártaro, y batimos a velocidad baja hasta que el cremor se disuelva. Subir la velocidad a media y batir 2 ó 3 minutos más, hasta que las claras hayan montado y consigamos picos blandos, es decir, que caigan hacia un lado.
     Entonces ponemos la máquina en marcha a velocidad media y vamos echando el azúcar a cucharadas, hasta que la terminemos. Las claras deben tener un aspecto brillante en este momento. Incorporamos el extracto de vainilla y batimos 1 minuto más a velocidad media. Si las claras se sueltan un poco, batimos un par de minutos más.
     Bajamos la velocidad e incorporamos la harina a cucharadas, hasta que no quede rastro de ella. Las claras tendrán un aspecto suave y esponjoso.
     Echamos la mezcla en el molde QUE NUNCA DEBE ENGRASARSE, ayudándonos de la espátula, para asegurarnos de que se reparte de forma uniforme y llega bien a la base. Alisamos la superficie y metemos el molde en el horno durante unos 40 minutos sin abrir el horno. Si insertamos una brocheta y sale seca, ya está. Si no lo dejaremos 5 minutos más, y así sucesivamente, aunque Bea dice que el proceso no debería durar más de 50 minutos.
     Con mucho cuidado, sacamos el molde del horno y le damos la vuelta, dejándolo enfriar boca abajo, sobre sus patitas, para que las proteínas de la clara, que se endurecen al enfriarse, no se deshinchen. Pasados unos 45 minutos,  insertamos una espátula entre el cake y el molde, pasándola por todo el contorno a ser posible en un solo movimiento. Hacemos lo mismo por el tubo del molde, y le damos la vuelta sobre un plato, ya que la base es desmontable. Entonces pasamos la espátula por la base del molde, y éste queda totalmente despegado. Lo ponemos a anfriar sobre una rejilla, al menos 1 hora. Y voilà, un delicioso pastel sin nada de grasa, que no suelta migas, que se hace rápido.... Para servirlo, lo espolvoreamos con azúcar glas, y lo cortaremos con  un cuchillo de sierra.
     El cremor tártaro se emplea para estabilizar las claras, pero también reduce el ph, con lo que se consigue una migas más blanca (ésta información también es de Bea, no mía).
     De la misma forma, podemos poner el aoma que más nos guste, e incluso unas gotitas de colorante a juego con el sabor. En el blog de Bea hay muchas ideas de éste (y otros ) dulces.

   

Roscón de reyes 2


     -Mamá. ¿existen de verdad los Reyes Magos?- me preguntó mi hija. Tendría 7 u 8 años. Quizá 9, no lo recuerdo.
     -¿Quieres saber la verdad, hija?- le pregunté yo, resitiéndome, pero a la vez, rendida a lo inevitable.
     -No, no quiero saberlo- me contestó ella, que nunca ha tenido un pelo de tonta- Pero, ¿tú crees en ellos?
     -Por supuesto- le contesté yo sin dudarlo.
      -Vale. Es que Jessica dice ...(por su...
puesto, siempre hay una Jessica que dice)- aquí los padres empezamos a vislumbrar la frontera entre la importancia dada a lo que decimos nosotros y la que se le da a lo que dicen los amigos, compañeros, etc. De momento, parecía ganar yo.
Al cabo de unos días volvió a abordarme:
     -Sí, mamá, sí quiero saber la verdad.
Y se lo expliqué, con delicadeza, no como me lo contaron a mí. Y enseguida vino su pregunta:
     -¿Y por qué me dijiste que creías en ellos?
      La respuesta sigue siendo la misma. Porque creo en la magia de los Reyes Magos. Porque creo en la ilusión de los niños, que se explican lo imposible de la manera más sencilla para justificarla. Porque creo en la complicidad de los todavía niños, pero ya iniciados en el secreto, para que sigan teniendo ilusión los que no lo están. Porque creo en la colaboración de todos las personas para que todo esté a punto cuando ha de estarlo, a pesar de los obstáculos. Porque representan a los niños que fuimos y que en algún rincón de nosotros todavía permanecen. Porque es una fiesta para niños donde disfrutamos todos. Mi marido hizo de paje un año en la Cabalgata de Alcoy, y terminó rendido de tanto subir niños a besar a los Reyes, pero con una alegría infinita de haber visto tanta ilusión en sus caritas y por contribuido a ella . Y porque sí.
      Hoy es la noche de Reyes. Nombre de resonancias fantásticas. Cuando yo era pequeña y vivía en Valencia, teníamos que acostarnos pronto y dejar los zapatos en el balcón para que los reyes nos dejasen los juguetes. Cuando me vine a vivir a Cocentaina cambié de costumbres, porque aquí Sus Majestades han pasado por las casas dejando los juguetes al paso de la cabalgata, por la tarde. Además nacieron mis hijos, y han sido las fechas más mágicas y maravillosas para mí, al poder ver las cosas a través de sus ojos. Incorporé el roscón de reyes a mis tradiciones familiares....Ya han pasado, de momento, los días de miradas y susurros, de escondrijos y sobreentendidos. Pero volverán (espero). Y mientras, seguiremos disfrutando de las miradas de niños ajenos, que lo son de todos en estas fechas.
      Buena noche de reyes, gentes de buena voluntad. Y que vinguen carregats.
  
              (Publicado en Facebook en enero de 2013)
                
                                            
      Este año me he decidido a hacer la receta del roscón de reyes elaborado con Kitchen Aid de Mercado Calabajío. Como en Cocentaina los Reyes Magos vienen a las casas después de la cabalgata,el roscón he de hornearlo en la tarde del día 5 de enero. Después, pongo en el horno unos muslos de pollo a asar,y dejo el horno programado. Nos vamos a la cabalgata. Cuando eran pequeños los niños, salíamos todos juntos de casa, bueno, a veces mi marido se unía a nosotros desde su trabajo. Qué casualidad, que si estaba él en casa, siempre, siempre, se había olvidado algo, con lo que los niños y yo teníamos que adelantarnos. Qué tiempos. Estas fiestas siempre se disfrutan más cuando hay niños pequeños, ¿verdad?.
     Bueno, la cuestión es que veíamos la cabalgata, y de ahí a casa. ¡Qué gusto daba entrar en ella!. De la calle de una fría noche de enero entrábamos en el comedor calentito, con un olor a pollo asado estupendo, y encima, ya habían venido los Reyes!!!

                                         
Ingredientes
Prefermento
  • 25 gr de levadura fresca (u 8 gr de levadura liofilizada)
  • 140 ml de leche tibia (no gr)
  • 160 gr de harina de fuerza
Masa
  • 400 gr de harina de fuerza
  • 150 gr de azúcar
  • La piel de una naranja
  • La piel de un limón
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 2 huevos medianos y 1 yema
  • 100 gr de mantequilla en pomada
  • 2 cucharadas de agua de azahar
  • 2 cucharadas de ron
Adorno

      Deshacemos la levadura en la harina, añadimos la leche, y lo mezclamos todo con el accesorio mezclador durante 2 minutos, a velocidad 2. Recogemos todo el prefermento con la rasqueta, tapamos bien el bol y lo dejamos reposar unas 7 horas en un lugar cálido.
     Yo esta vez he tapado el vaso con un gorro de ducha desechable, que se ajusta muy bien, y lo he dejado más de 10 horas, ya que me fui de casa. Cuando volví, retomé la preparación.
    El azúcar yo lo he preparado como siempre en la Thermomix. Primero programamos 30 segundos velocidad progresiva 5-10, añadimos las pieles sin nada de blanco por el bocal, y programamos 15 segundos a la misma velocidad. Yo suelo pelar los cítricos con el pelapatatas.
     Sacamos el prefermento del vaso y ponemos los huevos y la yema. Batimos con el globo hasta montar los huevos. Cambiamos al accesorio mezclador y añadimos la sal, el agua de azahar, el ron , el prefermento y la mitad de la harina. Mezclamos hasta que espese. En ese momento cambiamos al gancho amasador y añadimos el resto de la harina, y el azúcar aromatizada. Amasamos a velocidad 2-3 durante 10 minutos. Entonces echamos la mantequilla a cuadraditos y batimos hasta que se integre. Cubrimos el bol, sin sacarlo de la máquina con un par de paños de cocina y dejamos reposar 20 minutos.
     Pasado este tiempo, volvemos a amasar 5 minutos más. Otros 20 de reposo, tapado, y otros 5 de amasado. Apagamos la máquina, sacamos el vaso, recogemos la masa que haya podido quedar por las paredes,  le volvemos a poner el gorro de ducha, y lo dejamos reposar en un sitio cálido otras 8 horas. Es decir, toda la noche. Sin preocuparnos del horario.
     Mañana del día 5 de enero. Después de desayunar, ponemos papel de horno en 2 bandejas. Carlos hace 1 roscón con esta masa, pero yo lo reparto en 2. Nos untamos las manos de mantequilla y separamos la masa en 2. La boleamos un poco, formamos el roscón en el aire, haciendo un agujero en el centro con los dedos, y lo ponemos en la bandeja de horno. Terminamos de darle forma. Escondemos la sorpresa, envuelta en papel film, en algún sitio del roscón, (yo no le pongo haba),  ponemos un aro aceitado en el centro, para que al crecer no se cierre el agujero, tapamos la bandeja con papel film, y la dejamos reposar durante otras 7-8 horas. Yo, dentro del horno apagado.
     Ponemos el horno a calentar a 220ºC.
     Miraremos que, con la crecida, no se vea la sorpresa. Si es así, la esconderemos, pero sin manipular mucho el roscón. Lo pintaremos bien, por todas partes, con el huevo batido.
     Mezclamos azúcar con agua hasta que tenga el aspecto de tierra espesa, que no quede líquido. Repartiremos montoncitos por el roscón, así como las naranjas confitadas, las guindas, la almendra en láminas o cubitos, lo que tengamos, y el calabazate, en el caso de ponerlo. Yo no lo pongo porque en casa sólo me gusta a mí y me lo acabo comiendo yo todo, lo cual mis pantalones no agradecen nada, nada. Hundimos un poco en la masa tanto las guindas, como las naranjas y el calabazate.
     Horno sin aire, y algo más bajo del centro: 7 minutos a 220ºC; 15 minutos a 180ºC, y finalizar con 6-7 minutos a 160ºC. A mitad de la cocción a 180ºC he tenido que taparlo con un papel de aluminio, pues estaba dorándose excesivamente.
     Dejar enfriar, y, si queremos, rellenar de nata, trufa, crema pastelera....Lo que sobre, si está relleno debe ir a la nevera. Si no, aguanta bien un par de días, pero envuelto en bolsas de congelación.
     Este año he encontrado una corona en una tienda de juguetes. Veremos a quien se la ponemos.
     Que vinguen carregats! es el saludo en forma de deseo de estos días por aquí. Significa "Que vengan cargados" (los Reyes). ¿A que es bonito?.
     El roscón estaba delicioso. Al parecer de todos, mejor que ningún año, aunque algo menos esponjoso. En la mañana de Reyes pensaba probar qué tal había aguantado la noche, pero algún paje despistado debió terminárselo anoche, pues ni las migas quedaban. Buena señal.
     Sí, me he adelantado. Así nos da tiempo a todos a pensarnos el hacerlo. Y así, además, con el dulce de acabar la navidad, la empezamos, celebrando el cumpleaños de Carmen Augusto. aunque El Corte Inglés diga otra cosa, la Navidad empieza el dia 22 con el sonido de las bolas del sorteo de la lotería, y las voces de los niños de San Ildefonso cantando los premios. Pero para nosotros, empieza hoy, celebrando el cumpleaños de Carmen. Que cumplas muchos más.

Galletas bizcochadas

    Me gustaban todos los dulces del pueblo. Sin excepción. Los rollos de San Blas, las candelarias, los suspiros, las torticas de limón, los rollos de huevo, los pasteles de cabello de ángel, las tortas de manteca, las tortas de aceite,....recia repostería manchega, que desconoce el vocablo "light". Y éstas galletas. Hace muchos años que no las comía. Y tengo la receta apuntada desde hace una eternidad. Menos mal, porque ahora mi madre sería incapaz de dármela. Recuerdo ir al horno a hacer pasteles ("cosas de horno" en el pueblo). Comprabas allí los ingredientes necesarios, amasabas los pasteles, y los cocías en esos maravillosos hornos de leña. Pagabas lo que correspondía por cocer, y te llevabas a casa tus dulces que olían que era un pecado, en cestas de mimbre, barreños que solo se usaban para tales menesteres, y cajas de cartón. Una aventura. Y recuerdo a mi madre enviarme a comprar "Amoniaco para hacer una tasa de galletas bizcochadas". Todo el mundo, es decir mi madre, mi abuela, el panadero y la manceba de la farmacia sabían de lo que hablaban, excepto yo. ¡Amoniaco en las galletas?????! . Es más, ¿en mis galletas?!!! Ya era bastante raro que se hiciesen las galletas en la misma máquina en que yo había visto embutir los chorizos y las morcillas en la matanza de casa de mi abuela....
     Años después he descubierto el bicarbonato de amonio, esa cosa moderna que usaba mi abuela. Lo he comprado en una droguería que hay en Alcoy, de las de toda la vida (tienen en el escaparate un rollo de papel higiénico de El Elefante), a granel, baratísimo. Lo utilicé las navidades pasadas para hacer las springerles. Y ahora he hecho estas galeetas. mi madre me dio la receta de la "tasa", es decir, la medida que se usaba para cocer en el horno y que durase tiempo. Yo he reducido las cantidades y he hecho la medida correspondiente a 2 huevos.
     Hace unas semanas vi en Aldi una picadora de carne y verduras, con un accesorio para hacer galletas, que me venía al pelo para hacer estas galletas, y hoy les ha tocado el turno. He vuelto a tener 15 años, he vuelto a ir a la farmacia, he vuelto a estar con mi abuela y mi madre en un horno de pan de olor delicioso.....y por fin me he comido una galleta bizcochada....hecha por mí.

Ingredientes
  • 2 huevos L
  • 170 gr de azúcar
  • 420 gr de harina
  • 85 gr de manteca de cerdo
  • Ralladura de limón
  • 5 gr de bicarbonato de amonio o 2 gaseosas
  • Azúcar para rebozar
     Precalentar el horno a 200ºC, calor arriba y abajo.
     Batir los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Cambiar el globo por el accesorio amasador y añadir la manteca y la ralladura. Seguir batiendo e ir añadiendo la harina poco a poco. Cuando llevemos incorporada la mitad de ésta, añadir el bicarbonato. Terminar de incorporar la harina. Se forma una masa dura, que no se pega.
     Ponemos papel de horno sobre una bandeja, y ponemos la masa en la picadora, sin las cuchillas, y con el accesorio de galletas. Vamos sacando tiras de unos 15 cm de largo, las rebozamos en azúcar (sólo la cara con dibujo), y las ponemos sobre el papel, separadas como 1 cm unas de otras. Con esatas medidas, a mí me han salido 2 bandejas.
     Cuando esté la bandeja llena, la metemos en el horno, en la parte central. Las galletas van crecieno y se van juntando entre sí. Hay que vigilarlas, porque la segunda bandeja ha estado lista en unos 10 minutos, ya que el horno estaba más caliente. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla. Cuando estén frías, las separamos con las manos, ya que estarán pegadas. Ahora es el momento de guardarlas en una lata. Entonces era el momento de ponerlas en las canastas de mimbre, forraadas con manteles, y tapadas por paños inmaculados, y llevarlas a casa paseando el olor por las calles del pueblo....
     Muchas felicidades, Amparo, y que cumplas muchos más.

Menú de Nochebuena 2013

     Cuando los niños eran pequeños, varias veces hicimos para cenar en nochevieja una fondue. Ellos lo recuerdan con cariño, y el año pasado, como cena de Nochebuena, pidieron fondue. Ahora son mayores, y la cena de nochevieja ya no se hace en casa. tiempos nuevos, nuevas costumbres. Aprovechamos la ocasión  hicimos un monográfico de fondues.

Aperitivos
Plato principal
Postre

Menú de Navidad 2013

     No está de más recordar el menú de otros años en estas fechas, donde andamos buscando inspitación para  preparar una buena comida, y que no nos suponga un esfuerzo excesivo, con el fin de poder disfrutar también de la mesa y la compañía. Esta fue nuestra comida de navidad el año pasado. Cada uno propuso un plato de aperitivo, y todos contentos.

Aperitivos
Plato principal
Postre

Tortillitas de calabacín

     Fue nuestra cena de anoche y voy a volver a hacerlas porque vienen unos amigos y a mí me encantaron. Se las vi a Ana María. Y me parecieron sencillas y originales.

Ingredientes
  • 1 calabacín grande o dos pequeños
  • 1 cebolla
  • 1 patata
  • 1 huevo
  • 3 cucharadas de harina
  • 1/2 cucaradita de bicarbonato
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva virgen extra
     Rallamos la cebolla (ella puso cebolleta), el calabacín y la patata y los dejamos sobre un colador para que escurran el agua. Mientras, preparamos la salsa, mezclando el yogur, la cebolla bien picada y el zumo, y la reservamos en la nevera.
     Cuando están escurridas las verduras, las ponemos en un cuenco y le añadimos el huevo, la harina, la sal, la pimienta y el bicarbonato, y mezclamos bien. El bicarbonato me lo dijo ayer una amiga, para que salgan más esponjosas.
     En una sartén, ponemos aceite de oliva y cuando esté caliente, vamos añadiendo la masa a cucharadas. Cuando están doradas por una cara, les damos la vuelta para que se hagan por la otra. Una vez fritas, las sacamos a una bandeja sobre papel absorbente. Y ya está. Solo falta servirlas con la salsa.
Ingredientes
  • 1 yogur griego
  • 1/2 cebolla
  • El zumo de medio limón

Cochinillo

     Durante las fiestas navideñas encontramos en las tiendas productos que no son habituales en otras fechas. Así que cuando vi el cochinillo, me lo llevé a casa como comida del domingo, acompañado de unas patatas fritas y de una buena ensalada verde.

Ingredientes
  • Cochinillo
  • Agua
  • Sal
  • Aceite de oliva
     No necesita nada más. El medio cochinillo que compré pesaba alrededor de 2,5 Kgr. Lo lavé, lo sequé, lo salé, pinché la piel con un cuchillo afilado varias veces,  y la unté  con aceite de oliva. En una cazuela de barro amplia, coloqué 2 cuencos de barro refractarios, para que el cochinillo no tocase el agua. Lo puse con la piel hacia abajo, 1 hora, en el horno precalentado a 170ºC, calor arriba y abajo, sin aire. De vez en cuando lo rocié con el agua de la cacerola.
     Pasada 1 hora, lo saqué del horno, le di la vuelta, también dejándolo sobre los cuencos, de forma que la piel quedase hacia arriba, y otra hora al la misma temperatura, y rociando de vez en cuando el cochinillo. Al cabo de un rato, la oreja ya estaba dorada, y la cubrí con papel de aluminio.Una vez hecho, y para tostar la piel, aumenté la temperatura a 190ºC, con aire, durante 10 minutos.
     Solo nos faltaba Cándido, partiéndolo con el plato.