Azúcar invertido

     Esto a mí siempre me ha sonado a engendro de la industria para abaratar costes, hasta que he tropezado con esta receta y explicación, por lo que me he decidido a hacerla y experimentar. Parece ser que se utiliza  para:

*Helados, se sustituye un 30% del azúcar normal por azúcar invertido, y esto ayuda a que los helados queden más cremosos y no cristalicen.

*Bizcochos y bollería : se sustituye un 20% del azúcar normal, y ayuda a que se mantengan tiernos por más tiempo.

*Masas fermentadas: Se debe usar el 50-70% de azúcar invertido, para ayudar a que las masas fermenten más rápido.


Ingredientes
  • 150 gr de agua mineral a temperatura ambiente
  • 350 gr de azúcar
  • 1 sobre blanco de gaseosa
  • 1 sobre azul de gaseosa
     En la Thermomix, poner el agua en el vaso y programar 3 minutos, 50º, vel 5. Si no se alcanzan los 50º, programar 30 segundos más.
     Añadir el azúcar y programar 6 minutos, temperatura 80 y velocidad 4. Si no se alcanzan los 80º, programar también 1 minuto más.
     Añadir el sobre blanco y mezclar 10 segundos velocidad 4.
     Esperamos a que la temperatura baje a 60º, añadimos el sobre azul y mezclamos 1 minuto a velocidad 4. Y entonces lo echamos en un bote limpio de cristal, lo etiquetamos y lo cerramos bien. Así se conserva durante 10-12 meses a temperatura ambiente.

Titaina (tomate, pimiento y atún)

     Parece ser que recibe este nombre una especie de pisto típico de los barrios valencianos del Cabañal y El Cañamelar, y que es típico de la cuaresma. Yo lo conozco con el nombre de "tomate, pimiento y atún", de siempre, en casa de mi cuñada Laura, y es el relleno que utilizaba mi suegra para hacer sus "pepitos". También parece ser que la Titaina se elabora con"Tonyina de sorra", un atún en salazón, que en casa de mi suegra no acababa de gustar porque siempre quedaba algo salado el guiso, y quedó eliminado de la receta.           


Ingredientes
  • 1 bote de 800 gr de tomate triturado
  • 2 pimientos italianos
  • Un puñado de piñones
  • 250-300 gr de atún en aceite
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Azúcar
      En una sartén amplia se pone aceite de oliva, se doran un poco los piñones, se sacan y se reservan.(También se puede evitar este paso, y ponerlos crudos cuando se ponga el atún). Entonces se echan los pimientos cortados en trozos pequeñitos, y se sofríen hasta ablandarlos; entonces se sacan y se reservan también. Es el momento de echar el tomate y freír, junto con el azúcar y la sal, y dejar cocer s fuego suave hasta que se evapore gran parte del agua, y sobresalga el aceite. Hay que tener preparada una tapadera, pues salpica que da gusto, y la cocina se pone hecha un asco. Cuando el tomate está bien frito, se añade el pimiento y los piñones reservados, se dan unas vueltas y se aparta del fuego. Entonces se añade el atún bien escurrido del aceite, y se mezcla bien. La cantidad de atún ha de ser generosa.
     Esto se puede comer tal cual, como la especie de pisto que es, o se puede utilizar para hacer una coca de tomate, pero su uso estrella, es como relleno de los pepitos.

Pepitos

     Otra de las fantásticas recetas de mi suegra que tiene enamorada a toda la familia y a cuantos los prueban. Ayer los preparé para una cena con amigos y fueron un éxito.

Ingredientes:
  • Panecillos pequeños (pepitos)
  • Titaina (o tomate, pimiento y atún)
  • Leche
  • Huevo
  • Aceite
     Se toman los panecillos, se les corta el extremo superior, y con cuidado, se vacían de miga. Por ese agujero, se rellenan, con ayuda de una cucharilla, del tomate, pimiento y atún. Este pisto ha de estar espesito, para no empapar los panes. Se le vuelve a poner el extremo superior pero al revés, de forma que quede como un tapón, y se sujeta con un palillo.
     En un bol amplio se pone la leche, y se bañan en ella los panecillos, sin empaparlos, de uno en uno. Deben quedar blanditos, pero sin exceso de leche. Se van dejando sobre la encimera.
     En otro bol amplio, se baten huevos con un poco de sal. Los huevos han de estar bien batidos, de manera que el pan se bañe en la espuma del huevo.
     En una freidora con el aceite limpio, o bien en una sartén profunda, o en una cazuela amplia, se pone a calentar abundante aceite de oliva. Cuando el aceite está muy caliente, se toma un  panecillo, se pasa por el huevo batido y se pone a freír, vuelta y vuelta hasta dorarlos, con cuidado de no quemarlos. Se sacan y se ponen a escurrir sobre papel absobente. Se les retira el palillo.
     Es conveniente no hacer muchos de una vez. Es decir, se rellenan cuantos panecillos tengamos, pero se pasan por la leche no más de 10, ya que si hay muchos, se empiezan a pegar al mármol y hay que estar cambiándolos de posición o pueden romperse. Se han de pasar por el huevo inmediatamente antes de echarlos a la sartén, por el mismo motivo, para que no se deshaga el pan.
     Lógicamente, las cantidades dependen del número de panecillos que tengamos que preparar.
     Se pueden comer fríos o calientes, son ideales para viajar.