Möhnkugen o Tarta de semillas de amapola

     Hace ya varios años que hice esta tarta. Tenían que venir unos amigos a cenar y me pasé 2 horas literales preparándola. Y toda orgullosa, la serví después de cenar. No estaba mal, pero pensé que vaya desperdicio de tiempo en la cocina. Por supuesto, sobró. Y al día siguiente cogí un trozo sin demasiado entusiasmo, y ¡vaya cambio!. los sabores se habían asentado y la tarta estaba deliciosa.

Ingredientes
Masa

  • 500 gr de harina
  • 1 sobre de levadura Royal
  • 200 gr de azúcar
  • 20 gr de azúcar vainillado
  • Sal
  • 2 huevos
  • 125 gr de mantequilla fría
  • 250 gr de Quark

Relleno

  • 125 ml de leche
  • 150 gr de azúcar
  • 100 gr de mantequilla
  • 400 gr de semillas de amapola molidas
  • 1 cucharadita rasa de canela
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de nata o leche evaporada
  • 5 cucharadas de brandy
  • 2 cucharadas de agua de rosas
  • 100 gr de pasas de Corinto.

     Primero preparamos el relleno: poner en una cacerola la leche, el azúcar y la mantequilla, llevar a ebullición y apartar. El resto de los ingredientes del relleno se mezclan entre sí, se añade todo a la cacerola, se vuelve a mezclar y se deja enfriar.
     Para preparar la masa, mezclamos la harina con la levadura y la tamizamos sobre la mesa, formando un volcán. En el hueco añadimos los azúcares, la sal y los huevos, y hacemos una pasta muy espesa usando un poco de la harina.
     Cortamos la mantequilla en cuadrados, y junto con el Quark, la ponemos en la masa, y desde el centro, lo vamos incorporando hasta convertirlo en la masa. Si aún se queda pegado, añadimos un poquito más de harina.
     Dividimos la masa en 6 trozos iguales. Cinco de ellos los extendemos del diámetro del molde (el mío de 28 cm), y con el sexto, formaremos la pared, de unos 5 cm de altura.
     Engrasamos el molde y ponemos el primer círculo y formamos la pared con el último trozo. entonces añadimos 1/4 parte del relleno. Repartimos bien y ponemos otro círculo. Hacemos lo mismo con todos los círculos excepto con el último, con el que se forma un enrejado que deja ver el relleno. Sobre el enrejado pasamos un pincel mojado en leche.
     Precalentamos el horno a unos 180ºC y metemos dentro el  paste. el mío estuvo 45 minutos, pero puede tardar más. Si hacia el final se dora en exceso, taparemos la superficie con un papel de aluminio.
     Lo dejamos enfriar y esperamos a comerlo al día siguiente, cuando será una delicia.
     La de la foto no la he hecho yo, es un trozo que compré en una pastelería y que me sirvió de comida. No lleva todo el trabajo de la mía, ni estaba tan rica, aunque esta buena. Cuando vuelva a tener excusa para hacerla, ya le sacaré una foto en condiciones. De momento, me quedo con ésta.
 

2 comentarios:

  1. Las semillas de amapola en los postres me suelen gustar mucho y a mi me encanta la idea que la tarta mejore de un día para otro, así el día en que tienes invitados no estás tan metida en la cocina y es algo que aprecio mucho :o)
    Besos y feliz semana,
    Palmira

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  2. Gracias Palmira! . Igualmente. Y, aunque con retraso, feliz cumpleblog!.

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