Tarta de tres chocolates


     Hoy es Santa Inés, el santo de mi hija, y al preguntarle qué tarta quería que le hiciese, me ha pedido ésta, que de momento es su favorita. Aún recuerdo cuando me pedía que le hiciese la tarta de Oreo de Royal, un preparado al que solo hay que añadir leche, y a mí, que me gusta cocinar, la verdad es que me frustraba un poco. Anteayer le hice dos tartas, y hoy se las ha llevado al instituto para invitar a sus compañeros, y dice que les ha gustado mucho a todos. La verdad es que no me extraña.


Ingredientes
  • 150 gr de chocolate negro
  • 150 gr de chocolate con leche
  • 150 gr de chocolate blanco
  • 750 ml de leche
  • 750 ml de nata para montar
  • 3 sobres de cuajada
  • 1 paquete de galletas maría
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 150 ml de leche tibia
  • Para adornar: virutas de chocolate, galletas mikado, chocolatinas,...
     Precalentar el horno a 180º.
     Trocear las galletas y machacarlas bien, añadir la mantequilla y la leche tibia, y amasar hasta formar una pasta con la que se forra la base de un molde desmontable. Meter al horno 5 minutos. Sacar, apagar el horno y reservar.
     Para cada capa se necesita 250 ml de nata, 250 ml de leche 1 sobre de cuajada y el chocolate correspondiente. Empezamos con el chocolate negro: apartar un poco de leche en un vaso y disolver en ella 1 sobre de cuajada. En un cazo poner el resto de la leche, 250 ml de nata y el chocolate negro troceado. Calentar hasta que hierva sin dejar de remover (el chocolate debe quedar derretido). Entonces, y fuera del fuego, añadir la leche con la cuajada, mezclar bien y volver al llevar al fuego hasta que hierva de nuevo. Entonces echar esta mezcla sobre la base de galletas. Mover el molde hasta que la capa de chocolate quede nivelada.
     Una vez hecho esto, se procede a preparar de la misma manera, la capa de chocolate con leche, y cuando esté preparada se echa sobre el chocolate negro. Ya estará cuajado en gran parte, no es preciso esperar entre la preparación de una capa y la de la siguiente. Lo que sí es conveniente, es arañar ligeramente
la capa previa para que la siguiente no resbale. Y al acabar, se prepara el chocolate blanco, con el cazo bien limpio, y se echa sobre el chocolate con leche. Se deja enfriar, y cuando se vaya a servir, se adorna. Es una tarta ideal para prepararla con antelación.

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