En 2024 tuvimos la oportunidad de disfrutar de la magnífica Semana Santa lorquina. Aparte de lo bonita que es la ciudad, que ya conocíamos, las procesiones de jueves y viernes santo son maravillosas y espectaculares. Las imágenes, los trajes, los caballos, las recreaciones....y los bordados maravillosos en las túnicas, los mantos, los estandartes. Realmente es digno de ser visto. Además, el pique entre blancos y azules es divertido. Nunca olvidaré a ese Nerón, comiéndose un pollo, dando la espalda a las filas de los blancos y echándoles los huesos....Paco "El Lomas" (conocido en toda Lorca) y su mujer, Lucía, nos acogieron amablemente en su casa. Además, nos preparó estos deliciosos rollitos y me dio la receta. Yo los he hecho este año y me he acordado de los bordados, las cuadrigas, los etíopes, "la que no es guapa", "La que entra y sale", el pavo, la cucaracha,.... Nosotros siempre seremos azules. Como el infierno de los blancos.
Ingredientes
- 14 cucharadas de aceite de girasol (yo puse de oliva), requemado y frío
- 14 cucharadas de azúcar
- 14 cucharadas de vino dulce
- Ralladura de limón
- 3 huevos
- 1 sobre de impulsor químico royal
- 2 gaseosas de papelito
- Harina la que admita (fueron entre 750 y 800 gr)
Lo primero es calentar el aceite hasta que salga humo y dejar enfriar. Entonces cogemos las 14 cucharadas. Mezclamos todos los ingredientes y vamos echando la harina, hasta que se pueda amasar. Dejamos reposar la masa tapada. yo la tuve toda la noche en la nevera, y al día siguiente la saqué para que se atemperase.
Ponemos aceite en una sartén honda. Vamos formando los rollitos y los vamos friendo. el aceite no debe estar excesivamente caliente para que se cuezan por dentro. Una vez fritos, los pasamos por una mezcla de azúcar y canela, a la que añadiremos un poco de harina para que se adhiera mejor, aunque no se pega mucho, la verdad.
Y me han quedado deliciosos. Leí una vez que si echamos un chorrito de vinagre en el aceite, las frituras quedan menos aceitosas. yo así lo hice, y no sé si será por eso o no, pero no quedaron nada aceitosos.
Unos deliciosos rollitos, que vinieron de esa bella ciudad, Heliocrota, la ciudad del sol, desde nuestro corazón azul.