Ingredientes
- 60 gr de mantequilla
- 200 ml de agua
- 100 gr de harina
- 3 huevos
Apartamos del fuego, echamos la harina de golpe y removemos con una cuchara de madera.
Volvemos a poner al fuego y seguimos dando vueltas hasta que espese y se separe de las paredes del cazo. Pasamos a un recipiente limpio y dejamos que enfríe un poco.
Entonces vamos añadiendo los huevos, ligeramente batidos, de uno en uno, sin dejar de remover, y sin añadir uno hasta que el anterior esté integrado. Cuando una cuchara de madera se quede inmóvil dentro de la masa, hemos conseguido el punto exacto.
Encendemos el horno a 170ºC.
Pasamos la mezcla a una manga pastelera, con boquilla lisa o de estrella, y vamos haciendo montoncitos no demasiado grandes, porque en el horno crecen.
Metemos en el horno precalentado y los dejamos cocer 20 minutos, y luego un mínimo de 15 dentro del horno apagado para que se sequen y no se desinflen.
Los cortamos por el medio con una tijera y los rellenamos de lo que más nos guste.
En este caso los rellené de crema pastelera, pero puede hacerse también de nata, trufa, y por supuesto de rellenos salados, como el paté de nueces. La masa de estos profiteroles es neutra, por lo que sirven tanto para dulce como para salado. Y si los hacemos bien pequeñitos, son un acompañamiento ideal y monísimo de la muerte para un consomé.
Según el tipo de relleno, los pintaremos con un poco de chocolate derretido con mantequilla, o con hilos de caramelo, o azúcar glas, o reducción de balsámico, o nada....
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