Ingredientes
- 1 pechuga de pollo campero
- 1 tallo de apio
- 2 ramitas de perejil
- 1 cebolla tierna
- 1 zanahoria
- Un trozo de puerro
- 6 tortillas de trigo mejicanas
- 3 tomates
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de orégano
- 2 clavos
- 2 limas
- 1 limón
- Sal
- AOVE
En primer lugar, ponemos a cocer la pechuga con la cebolla, puerro, apio, perejil y zanahoria. Vamos desespumando y mantenemos 45 minutos al fuego. Probamos de sal. Deshilachamos la pechuga cuando no nos quememos y la reservamos. Colamos el caldo y lo reservamos también.
Cortamos en tiras las tortillas, las freimos hasta dorar en abundante aceite, las ponemos sobre papel absorbente y también las reservamos.
Lavamos los tomates, los pelamos y los cortamos en cuadraditos.
En una olla ponemos un poco de aceite y echamos los tomates, así como las especias para que suelten su aroma. Cocinamos un poco y añadimos el caldo. Esta receta ha dado para 5 personas, y yo he puesto 10 cucharones de caldo, aunque los 2 últimos han sido de agua, porque caldo no quedaba. Probamos de sal y llevamos a ebullición. Entonces añadimos la pechuga reservada y cocinamos 10 minutos a fuego suave.
Mientras cortamos las limas y el limón en rodajas finas. El tema de mezclar limas y limones he leído que es porque las limas que nosotros tenemos no saben exactamente igual que las mexicanas, y el sabor se parece más mezclando ambos cítricos.
Pasado el tiempo servimos la sopa en los platos, a los que añadimos unas gotas de lima y limóin, 2 rodajas de lima y una de limón, y unas tiras de tortilla frita reservada.
Me ha sorprendido gratamente, a mí y a todos, esta sopa deliciosa.
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