Ingredientes
- 250 ml de nata para montar
- 250 gr de chocolate negro fondant
En primer lugar, troceamos el chocolate con la ayuda de un cuchillo o de un robot, en trozos pequeños.
Ponemos la nata a fuego lento, y cuando alcanza el punto de ebullición, la retiramos del fuego y echamos por encima el chocolate que teníamos reservado. He leído por ahí los dos sistemas, echar el chocolate sobre la nata y la nata sobre el chocolate. Yo he utilizado el primero y me ha dado buen resultado, no sé si habrá alguna diferencia. Removemos bien con una espátula hasta que el chocolate se deshaga totalmente, y lo dejamos enfriar.
Dejamos reposar la mezcla, he leído de 4 a 12 horas, cosa que haré la próxima vez, pues se me ha echado el tiempo encima y no he podido tenerla más que 2 horas, y entonces la montamos, como si de nata se tratase. No me ha quedado mal, a pesar del poco reposo y de no estar la nata lo suficientemente fría como para montarla. En la batidora de varillas (En mi caso KA), con la tapadera puesta, por las salpicaduras, 1 minuto en velocidad 6, y unos 3 minutos en velocidad 4, pero sin dejar de vigilar.
Echamos la mezcla en una manga pastelera desechable, con una boquilla rizada, y ya podemos proceder a rellenar pasteles, roscones, decorarlos y lo que se nos ocurra.
Si de lo que se tratase fuera de cubrir tartas, utilizaríamos una parte de chocolate por dos de nata. Y si queremos un acabado algo más firme y brillante, se puede añadir también unas cucharadas de mantequilla.
Yo, de momento, la he utilizado para rellenar la mitad del roscón de este año, pues las preferencias familiares andaban divididas entre la nata y la trufa, y así todos contentos.
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