Magro en adobo


     Cuando Inés hizo la Primera Comunión vino la familia a comer y yo contaba con que se quedarían a cenar, y me vi con el problema de preparar comida para mucha gente, que no ocupara mucho sitio en la nevera, pues era verano y la necesitaba también para bebidas, que pudiera tenerla preparada el día anterior, y que si sobraba, no se estropease. La solución fue el magro en adobo. Compré 25 lonchas gruesas y las puse en él, y menos mal, porque solo nos comimos una y de puro cachondeo, no por hambre. Además de la que regalé y la que congelé, aún quedó en la nevera para comprobar que 10 días después estaba buena. Y la logística de la bebida la solucioné como toda la vida: en la pila de lavar puse varias bolsas de hielo que compré ese domingo en la gasolinera, encima las latas y botellas de bebida, y encima 2 toallas de baño. ¡Qué bien lo pasamos a la sombra del patio, con el calor y las bebidas fresquitas....  


Ingredientes
  • Magro de cerdo en lonchas gruesas
  • Ajos
  • Perejil
  • Sal
  • Pimienta
  • Clavo molido
  • Canela molida (una pizca)
  • Zumo de naranja
  • Zumo de limón
  • Vino
  • Brandy
  • Vinagre
     Los ingredientes son a ojo. En el mortero, con sal, se pican los ajos y el perejil si se quiere poner. Se añade la pimienta, un poquitín de clavo y una pizca de canela (u otras especias si se prefiere, pero así es como lo hace mi madre).
     Se exprimen las naranjas y/ limones, y se añade el vino, o bien solo se pone vino, o se añade vinagre,... se pueden hacer muchas combinaciones. El líquido se echa en el mortero, y se revuelve bien con su contenido. Las lonchas de magro se pasan una a una por este mejunje, y se ponen en un recipiente, y el líquido sobrante se echa sobre la carne. Debe quedar cubierta. Y de ahí a la nevera. Si esperamos un poco a que tome el sabor, ya se puede utilizar, pero, también podemos guardarla durante varios días, pues se conserva estupendamente.

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