Ingredientes
- 375 gr de agua tibia
- 50 gr de levadura fresca
- 125 gr de aceite de oliva virgen extra
- 125 gr de azúcar
- 1/2 cucharada de sal
- 750 gr de harina de fuerza
- 2 huevos
- Azúcar para espolvorear
En el agua tibia disolvemos la levadura, y añadimos, y vamos mezclando, el aceite, el azúcar, 1 huevo y una yema, la sal, y por último la harina. Amasamos, tapamos con un gorro de ducha de plástico (por supuesto, que sólo tiene este uso), y dejamos un par de horas para que la masa leve. Yo lo metí dentro del horno, apagado.
Pasado este tiempo, encendemos el horno, echamos un poco de harina sobre el mármol, volcamos la masa y la amasamos un poco. Como bien dice Ana María, la masa es muy pegajosa, y es blanda, pero untándonos bien las manos con aceite, nos hacemos con ella. Yo dividí la masa en 10 partes, ya que somos 5 en casa, pero lo suyo sería hacer 8. Formamos bolas, las aplanamos y las colocamos sobre una bandeja de horno forrada de papel vegetal.
Pincelamos bien la superficie de los ochíos con la clara batida que nos sobró, aunque en la receta original pone con huevo batido, y espolvoreamos con abundante azúcar. Metemos en el horno, que ya estará caliente, a 180ºC, con calor circular, durante unos 18 minutos. Cuando están hechos, los sacamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Muchas gracias a toda la gente que rescata estas recetas del olvido, porque considero que son parte importante de nuestra cultura.
Desconocía estos bollos de nombre curioso... pero me parece una manera perfecta para celebrar tu santo!
ResponderEliminarBesos y feliz semana,
Palmira