Ingredientes
- 450 gr de miel
 - 4 huevos
 - 350 gr de azúcar
 - 150 gr de almendras molidas
 - 1 cucharadita de clavo molido
 - 1 cucharadita de canela en polvo
 - 1 cucharadita de nuez moscada molida
 - Una pizca de pimienta molida
 - Una pizca de cardamomo
 - Una pizca de sal
 - 20 ml de ron
 - 2 cucharadas de bicarbonato
 - 1 kg de harina
 
Batir los huevos con el azúcar hasta que queden espumosos, y añadir poco a poco la miel, la harina, las almendras y las especias sin dejar de remover.
Disolver el bicarbonato en el ron, agregarlo y trabajar hasta obtener una masa uniforme. Dejar reposar al menos durante un día.
Al día siguiente, enharinar la superficie de trabajo y extender hasta obtener un grosor de 1 cm. Hasta ahí ha ido todo bien. Pero a la hora de cortar las formas, la masa es sumamente pegajosa, aunqie tiene cuerpo, y no me ha sido posible extenderal, cortarla y despegar para transportar sin que se extropee. Y eso que he usado un cortador grande, sin exceso de recovecos. En el transporte se han deformado. Despegarlo de la mesa enharinada, del papel de hornear y de la lámina de silicona, una odisea, por lo que los últimos los he hecho extendiendo la masa sobre el mismo papel que iba a ir a la bandejar, haciendo cortes sobre ella.
Lo podemos adornar con guindas, almendras, etc, antes de hornearlo.
Calentamos el horno a 200ºC y horneamos durante unos 15 minutos.
Una vez frío, podemos adornarlos con una glasa hecha con azúcar glas y zumo de limón, pero yo los he dejado tal cual.

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