Una vez limpios, se lavan, frotándolos ben con sal y enjuagando con agua a conciencia, para eliminar las babas. Entonces los ponían al sol en una cacerola donde estuvieran holgados, con agua, y tapados con un plato, para que no huyan de manera que sacaran todo el cuerpo a la superficie, para no ahogarse, momento en el cual se ponían rápidamente al fuego. de manera que morían rápidamente. Se da un hervor, se vuelven a lavar, y se vuelven a poner en una cacerola, donde pueden cocinarse de 2 maneras:
Sin sofrito
Caracoles con agua en una cacerola, con un chorrito de aceite. ajos enteros, laurel, pimentón picante y sal. Una vez cocidos, se espolvorean con hierbabuena.
Con sofrito
Ala la olla con los caracoles y agua, se añade un sofrito hecho con cebolla, tomate, ajos enteros, taquitos de jamón, sal, laurel y pimentón picante. Una vez cocidos los caracoles, se espolvorean con hierbabuena.
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