Curioso, ¿verdad?. Es lo que yo pensé cuando vi esta receta en un grupo de recetas antiguas de Facebook. Lo publicó una malagueña, Mari Paz Nieto, y yo lo hice en cuanto pude, que por algo el jazmín es mi flor favorita.
Ingredientes
- 400 gr de nata a temperatura ambiente
- 100 gr de azúcar
- Un buen puñado de jazmines
Recolectamos los jazmines, preferiblemente en la tarde en que se abren. Yo, como fui a pedirlos a una vecina, pues cuando pudo ser. Los lavamos bien, los mezclamos con la nata, y los dejamos macerar en ella, toda la noche, en la nevera y cubiertos con papel film.
Al día siguiente sacamos la nata de la nevera para que se atempere y podamos colarla. La colamos, exprimiendo bien las flores, añadimos el azúcar, movemos bien, y llevamos al fuego lo justo para terminar de deshacer el azúcar.
Yo después lo eché en una cubitera, y al momento de servir, eché los cubitos de nata en la Thermomix y lo barí unos minutos a velocidad 3, hasta que quedó mantecado.
Un helado sorprendente y rico, al que tengo que quitar azúcar. Pero con el que aprovecho para felicitar a Mireya, la novia de mi hijo pequeño,que, aunque no celebra su santo, yo sí lo hago. Y me he acordado de ella escribiendo esta receta, porque es un sol, con su piel clara, tan blanca y tan discreta como los jazmines, pero a la vez tan inolvidable. Gracias por todo preciosa.