La tonyina de sorra, o atún de ijada como he leído en algún sitio, es una salazón deliciosa de la parte de la ventresca del atún, la que está en contacto con la arena (sorra en valenciano)
Ingredientes
Para el relleno
- 1 kg de cebollas dulces troceadas
- 250 gr de tonyina de sorra
- 50 gr de piñones
- Aceite de oliva virgen extra
- 700 gr de harina de fuerza
- 300 ml de agua
- 300 ml de aceite de oliva virgen extra
- Sal
- 3 cucharadas de anís seco
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 huevo batido
Ponemos la tonyina a desalar durante 12 horas, en la nevera, y cambiando el agua un par de veces.
Troceamos la cebolla y la freímos durante 25-30 minutos en el aceite de oliva, dejándola transparente y añadiendo sólo un poco de sal, pues el atún le aportará más.. Cuando esté, añadimos los piñones y damos un par de vueltas, y lo ponemos a escurrir en un colador grande, para que se escurra la mayor cantidad posible de aceite. Reservamos el aceite y añadimos a la mezcla el atún, ya desalado y finamente picado a cuchillo. Probamos de sal.
Precalentamos el horno a 200 grados.
Medimos el aceite reservado de freir la cebolla, y añadimos el que necesitemos, o no, para completar los 300 ml.
En una cacerola ponemos el agua, el anís, el aceite y el pimentón y llevamos a ebullición. Entonces añadimos la harina y la sal y mezclamos bien, amasando posteriormente de manera concienzuda, hasta obtener una masa que no nos pegue a las manos. Dividimos la masa en 2 partes.
Sobre un papel de hornear extendemos una de las mitades lo más finamente posible, con ayuda de un rodillo. Sobre ella ponemos la totalidad del relleno.
Sobre otra hoja de papel extendemos la otra mitad de la masa de la misma manera, y la colocamos sobre la primera. Sellamos bien los bordes, hacemos un agujero en la capa superior para que escape el vapor, adornamos como queramos, o no, con recortes de masa. Pinchamos con un tenedor la superficie, y pintamos bien con huevo batido.
Metemos en el horno, bajando entonces la temperatura a 190 grados, y horneamos la coca durante 30-40 minutos, según hornos, y vigilando desde el minuto 25.
Esta coca es típica comerla en Alicante el día 20, en la plantá de las Hogueras, acompañada de unas brevas. Este año no ha habido plantá, ni noche de San Juan al uso, pero hay que tener la actitud, cuando se puede, de disfrutar de las cosas de la mejor manera posible, e intentar sacar la parte positiva. Al menos este año las playas no amanecerán cubiertas de basura, como tantas veces.
Una buena compañía, una coca de tonyina, unas brevas, unas peritas de San Juan, los recuerdos que llegan y se comparten con paz, una coca de San Juan dulce, una cervecita, un buen vino y encima en copas, una vela, unas risas, un incienso, el sonido del mar de fondo, unas flores como ofrenda de gratitud a todos los dioses antiguos e intemporales, una bolsa para recoger cualquier residuo....y la elegante insinuación de una luna que era totalmente la reina mora. Y agradecer con toda el alma, que no hubo nada que quemar esta vez. En realidad, tampoco nada que pedir. Solo agradecer infinitamente el momento. Feliz solsticio de verano.